¿Qué es?
Es frecuente tener que hacer intervenciones en estructuras de hormigón, ya sea para rehabilitar, reparar, anclar elementos, cortar o incluso auscultar. Dado que el hormigón no es transparente, no podemos ver su interior y tenemos que usar técnicas de detección.
Existen diversos métodos de detección no destructiva para el hormigón, como pueden ser la inducción magnética, reflexión, termografía, radiografía y tomografía. Cada uno de ellos presenta sus ventajas y sus desventajas.
¿Para qué sirve?
Las técnicas de detección (no destructivas) sirven para poder "visualizar" y cuantificar los elementos que hay dentro del hormigón una vez está en servicio.
¿Qué resultados podemos obtener?
Podemos localizar objetos (y armaduras) con precisión, averiguar diámetros, espaciado entre armaduras e incluso recubrimientos con niveles de precisión de escasos milímetros. También se pueden averiguar espesores de hormigón, cavidades de aire, e incluso localizar cableados eléctricos.
Se pueden detectar también diversos materiales dentro del hormigón, como plástico, madera, aluminio, etc y ver sus respectivas geometrías reales.
